Publicado originalmente en el digital «Sesión de Control» el 18 de febrero de 2014.
Este libro gratuito recoge las aportaciones realizadas en una jornada organizada por la Fundación Ideas y la Fundación Friedrich Ubert que reunió a organizaciones de la sociedad civil dedicadas a la fiscalización y la monitorización de la actividad parlamentaria y política.
El pasado 4 de julio tuvo lugar la jornada ‘Parlamentos abiertos a la sociedad: participación y monitorización’ organizada por la Fundación Ideas y la Fundación Friedrich Ebert en Madrid el pasado 4 de julio. La idea central del encuentro fue reunir a representantes de las principales organizaciones que tienen entre sus objetivos el seguimiento de la actividad parlamentaria con un propósito de incrementar el necesario control y fiscalización sobre el trabajo de los diputados. Fruto de esa jornada es el ebook de idéntico título ‘Parlamentos abiertos a la sociedad’, en el que tuve la suerte de participar en su coordinación conjuntamente con Irene Ramos y Eva Campos.
Frente a los frecuentes ‘tics’ de antipolítica que pretenden crear un estado de opinión contrario al parlamentarismo difundiendo la idea de que el diputado apenas trabaja, es absentista, no pisa las Cámaras, sólo consume gin-tonics y otras especies similares que habría que aclarar alguna vez qué finalidad persiguen. En la jornada y en el libro que se comenta aquí, se pretende mostrar que el trabajo de estas organizaciones tiene una vista de oportunidad para el Parlamento para generar confianza y recuperar credibilidad.
La información tiene efectos sobre el resultado, como gusta explicar Ignacio Escolar y, en ese sentido, el trabajo a partir de los datos que realizan estas organizaciones, aún con sus limitaciones, no es un trabajo ‘anti-sistema’ sino precisamente para restaurar aquel viejo principio de la democracia liberal americana de los ‘checks and balance’, de frenos y contrapesos entre los poderes.
Como señala Ignacio Sánchez Cuenca en su reciente libro ‘La impotencia democrática‘ la gente rechaza la política tradicional por los malos resultados económicos e, igualmente, rechaza la manera insatisfactoria en la que el poder político aborda el problema lo queacaba generando una crisis de legitimidad del sistema. Posiblemente, mientras en la población no se perciba un cambio radical del reparto de los esfuerzos en la superación de la crisis, es decir, un cambio en la percepción de que el resultado de la crisis está agrandando la desigualdad entre los habitantes, no se resolverá el problema de fondo de legitimidad y confianza de las instituciones.
El tema de los desahucios como metáfora sirve para ilustrar una percepción en la ciudadanía de que los poderes públicos y las instituciones no están tratando por igual a las personas ante un problema. Se rescata a los bancos porque se consideran claves para la estabilidad del país y se persigue a las personas cuando lo que intentan es, llamamente, subsistir.
Este contexto es el que impacta directamente sobre el Parlamento. Desde el parlamentarismo más clásico, incluso kelseniano, se ha entendido que el parlamento defendía el “interés general” dando sentido y coherencia a la acción del Estado frente a la fragmentación inherente a los planteamientos inconexos de múltiples individuos. Cuando amplios sectores de la ciudadanía creen ver que en el Parlamento no se defiende el interés general se abre la vía a alternativas de todo tipo, soluciones populistas o soluciones que plantean la disolución del sistema representativo.
Un problema que no es español
Esta situación que se describe hasta ahora no es particular de España. Si se ponen las luces largas, como le gusta decir a Antoni Gutiérrez-Rubí, y se ven los debates que sobre los problemas de legitimidad de otros Parlamentos en todo el mundo, se puede comprobar que la situación española representada por el tristemente famoso ‘Rodea el Congreso’ no es una particularidad de la idiosincracia española fruto de nuestro “provincianismo” sino que Parlamentos de todo el mundo están pensando también cambios que afectan a la transparencia, a la apertura de sus datos a la ciudadanía a la mejora de la interacción y la participación de los ciudadanos en el procedimiento parlamentario.
En un nivel no tan global sino eminentemente técnico, en las reuniones en el ámbito europeo en las que participamos funcionarios de Parlamentos agrupados alrededor del ECPRD, también se pueden ver en las presentaciones realizadas en Londres, Madrid o Bruselas como se van dando respuestas en términos de apertura del parlamento a esta problemática. Una conclusión es que estos proyectos de “Parlamento abierto” son condición necesaria pero no suficiente para cerrar la brecha de confianza en los Parlamentos pero han de ser observados en su valor. En ocasiones, en términos pedagógicos, resulta provechoso poner el acento en los avances, aunque sean pequeños, que estar todo el tiempo machacando al alumno sobre todo lo que hace mal y todo lo que le falta por resolver o implantar.
En el libro, Antoni Gutierrez-Rubí señala en el prólogo cómo en el ebook se pueden encontrar ejemplos y referencias internacionales que no son “quimeras, desafíos irrealizables o experimentos de laboratorio político” sino que nos “muestran una gama completa y compleja de escenarios donde la tecnología cambia las ecuaciones y las relaciones y como mejora, modifica y evoluciona las prácticas legislativas, parlamentarias y representativas”. La vigilancia que realizan las organizaciones incluidas en el ebook “no es desconfianza sistemática y organizada, es salud democrática”.
El contenido del libro
En el primer capítulo, Alejandro Peral desarrolla la idea de la legitimación del Parlamento con la ayuda de la participación ciudadana y la rendición de cuentas, contestando a las críticas que esta idea recibe de algunos sectores que ven en la apertura a la participación un vuelco hacia los valores individualistas de la sociedad, la poca cultura participativa existente así como su difícil implementación. Para Peral la apertura parlamentaria solo potencia las característica ideas que David Beetham fijaba para un Parlamento: representativo, transparencia, accesible, responsable y eficaz.
Eva Campos nos ayuda a realizar el recorrido desde lo académico a la acción cívicapasando por un análisis de los principales documentos internacionales sobre el concepto de “transparencia parlamentaria” tales como la propia ‘Declaración sobre la transparencia parlamentaria’, el Informe Mundial sobre el parlamento Electrónico auspiciado por el Global Center for ICT in Parliaments o las directrices para los sitios web parlamentarios que ha ido aprobando la Unión Interparlamentaria. Como señala Eva Campos, “en el Parlamento de la Gobernanza abierta los usuarios disfrutan de un acceso sin precedentes a la información y al conocimiento. Esto impulsa la inteligencia colectiva y se abren las posibilidades para la provisión de servicios públicos, personalizados y a tiempo real”.
Enlazando con lo anterior, en su capítulo Andrew Maldelbaum y Dan Swislow, impulsores de la citada Declaración sobre Transparencia Parlamentaria, cuenta en su capítulo como elinterés de los ciudadanos por hablar cada vez más sobre política y de políticas públicas es un fenómeno mundial, desde Brasil a la India. La ventaja competitiva para los parlamentos que suscriban los principios de la declaración está en que demostrarán liderazgo y fortalecerán su voz a la hora de instar a los gobiernos a tener en cuenta sus propios compromisos con la transparencia.
A nivel mundial un estudio del National Democratic institute identificó, ya en el año 2011, más de 190 0rganizaciones de la sociedad civil en todo el mundo dedicadas a monitorizar el funcionamiento parlamentario. En su capítulo se hace una excelente panorámica de organizaciones como Theyworkforyou.com, Misociety.org, GovTrack.us, Congreso Visible, Al Bawsala en Túnez, Kohovolit en la República Checa y muchas más. La declaración, como explican Andrew y Dan, supone una hoja de ruta hacia una cultura de apertura parlamentaria en un mundo basado en la tecnología.
Para el libro se tuvo la fortuna de poder incorporar a Cristiano Ferri Soares que es el responsable del interesante proyecto e-Democracia de la Cámara de Diputados de Brasil. El proyecto es un ejemplo real y en funcionamiento de cómo poder en marcha con el respaldo institucional de la Cámara una plataforma de participación digital, un foro deliberativo en suma, que busca facilitar la discusión virtual entre ciudadanos y parlamentarios durante el proceso legislativo.
Resulta significativo cómo describe cuáles son los factores que llevaron al fracaso de unos primeros foros participativos y cuáles son los elementos de éxito de otros, tales como adecuar el foro con flexibilidad para que sirve, según el caso, para la discusión de principios generales de políticas públicas así como para la aportación, en otro caso o momento, de aportaciones concretas en forma de enmiendas a los textos. Una variante sugerente del proyecto es el establecimiento, en paralelo al propio foro de aportaciones, de “comunidades virtuales legislativas” como otra forma de discusión.
Hay que destacar que estas formas de participación requieren que las cámaras destinen no pocos recursos humanos y materiales para el mantenimiento de los foros, la elaboración de resúmenes e infografías útiles de las discusiones… Entre los problemas que destaca Cristiano Ferri para la participación de los diputados se señalan algunos que pueden ser comunes con el caso español como es la falta de tiempo y la dificultad para utilizar herramientas digitales de interacción.
David Cabo, en representación de la Fundación Civio, describe en su capítulo la situación de la apertura de datos en España y señala principios y directrices acerca de cómo abordarla de manera adecuada y útil para los ciudadanos y para las organizaciones de la sociedad civil.
Si estamos hablando de seguimiento de la actividad de Congreso y Senado el gran experto es David Álvarez, que en su capítulo describe el ecosistema digital político en España dentro del cual los proyectos ciudadanos de monitorización comparten características tales como el uso intensivo de las redes sociales, la inteligencia colectiva y la co-creación y las prácticas de financiación novedosas como el crowdfunding. En sus líneas se pueden encontrar, además de datos sobre la presencia en redes de Congreso y Senado, algunas sugerencias de mejora a considerar.
Pasando ya a las experiencias ciudadanas de monitorización parlamentaria, Alba Gutierrez en representación del Proyecto Avizor describe su objetivo como el de “contribuir a facilitar el control ciudadano y la exigencia de responsabilidades a los representantes políticos aportando transparencia e información sobre el trabajo que desempeñan como paso previo y necesario para la acción y el activismo ciudadano”. El enfoque principal de Proyecto Avizor está en la monitorización de los temas relacionados con la pobreza. Una de sus actividades principales es la elaboración de un informe anual sobre los actos parlamentarios en materia de desarrollo.
Pablo Martín Muñoz, en representación del Colectivo Openkratio, describe en su capítulo como su actividad gira en torno al mismo principio: el derecho de acceso a la información. El Proyecto Colibrí proporciona un ecosistema de consulta de la actividad parlamentaria en el Congreso de los Diputados ofreciendo una API para que los programadores puedan construir aplicaciones de forma rápida y sencilla basada en dichos datos.
Para cerrar el ebook Irene Ramos, Loredana Stan y Álvaro Maldonado hacen un resumen de los logros y retos pendientes para la apertura del Parlamento. Entre los logros de la Declaración de Transparencia Parlamentaria están aumento de las posibilidades de comunicación y participación ciudadana, inclusión en la agenda política, la Declaración de Transparencia como acuerdo y referencia global, contribución a hacer factible la intervención ciudadana en el debate público, impulso de la actividad asociativa en el espacio político desde la sociedad civil y una mayor capacidad y exigencia para el ejercicio de la rendición de cuentas.
Entre los retos están la implementación e intensificación de canales de comunicación bidireccionales, la mayor colaboración horizontal entre las PMO, la búsqueda de sinergias entre asociaciones e instituciones implicadas, la implicación efectiva por parte de todos los actores afectados, la promoción del interés de la sociedad civil para que participe en la vida política y regeneración democrática y mejora de los mecanismos representativos.
Por último sólo queda agradecer muy sinceramente a todos los autores del ebook y a todos los participantes en la jornada inicial su entusiasmo y su generosidad para impulsar el proceso hacia un parlamento abierto.
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