Empieza a ser ya repetitivo en estos días hablar de la desconfianza creciente hacia el parlamento como institución representativa y con capacidad para conectar con la sociedad, para hablar de nuestros problemas e incluso, para liderar las soluciones.
Iniciativas, tan controvertidas, como #25S #rodeaelcongreso ponen una vez más en el debate en las redes sociales el papel del parlamento y colocan a la institución en el punto de mira de todas los ataques.
En esta entrada no quiero debatir sobre este evento sino plantear en positivo las posibilidades que las redes, las tecnologías, las páginas web, las redes sociales o como queramos llamarlo tienen para mejorar la reputación de la institución.
Estoy convencido que no son la panacea de los fuertes problemas de fondo que tiene la institución parlamentaria y que es a los propios partidos políticos a los que toca extraer las oportunas conclusiones. la crisis económica brutal que nos afecta a todos no es el mejor escenario para mejorar la imagen del parlamento.
Sin embargo, sabiendo todo esto, sí que creo que tenemos margen de maniobra para cambiar la percepción del ciudadano sobre el parlamento si pudiéramos abrir un debate abierto y franco sobre ese concepto del que se habla tanto como es el de «parlamento abierto» («parliamentary openness») dentro de otro concepto aún más amplio como es el de «gobierno abierto«, como ha escrito ya Cesar Calderón.
El «engagement» entre ciudadanía y parlamento es más necesario que nunca, en mi opinión, para vencer las tentaciones populistas y de anti-política que crecen, como terreno abonado, en el campo de la desafección.
Son especialmente importantes las iniciativas para «estandarizar» qué entendemos por «gobierno abierto» y ya hay tanto expertos como iniciativas prácticas (pienso en Irekia, sin ir más lejos) que ejemplifican en lo concreto a qué nos referimos cuando hablamos de «oGov». En esta línea de ser capaces de «medir» a qué nos referimos también me ha parecido especialmente relevante la iniciativa denominada Open Goverment Standars impulsada por un equipo en el que están personas a las que respeto mucho como Victoria Anderica, Álvaro V. Ramírez-Alujas o Karina Banfi.El plan de esta iniciativa es, precisamente, establecer en cooperación con la sociedad civil, una serie de estándares los elementos clave de los tres pilares con los que tradicionalmente se define al Gobierno abierto, que son: transparencia, participación y accountability.
Desde hace tiempo igualmente estoy convencido de que hay que hacer una extensión y una aplicación de los principios del gobierno abierto al parlamento. A esta extensión se ha referido en varias ocasiones Antoni Gutierrez-Rubí al hablar de las «oportunidades para el parlamento abierto» o Rafa Rubio al hablar de la «aplicación de las nuevas tecnologías a la transparencia parlamentaria»
Estas inquietudes se plasman perfecta en la reciente «Declaración sobre el Parlamento Abierto» («Declaration on Parliamentary Openness») que se acaba de hacer pública recientemente.
El primer aspecto que quería resaltar es que surge de un concepto novedoso para mí como es el de «Parliamentary Monitoring organizations» (PMO), es decir, organizaciones de la sociedad civil cuyo cometido es incrementar la «vigilancia» en términos de Gutierrez-Rubí, sobre el trabajo político y parlamentario. Entiendo que esa vigilancia no es con un fin destructivo o totalitario, sino todo lo contrario, con el fin de mejorar la calidad del funcionamiento del sistema político sobre la base del «engagement» con la ciudad.
La declaración está inicialmente auspiciada por organizaciones muy plurales e incluso contradictorias entre sí tales como la Sunlinght Fundation, el National Democratic Institute , Red Latinoamericana por la Transparencia Legislativa, la Open Society Foundations de George Soros o la Omidyar Network.
Más allá de este impulso inicial la iniciativa está abierta a las aportaciones y colaboración de otras PMO a través de la propia página web. El listado de las organizaciones participantes es abrumador. Sería muy interesante que organizacion españolas como Civio o iniciativas como el blog «Qué hacen los diputados«, que entiendo que están en el ámbito de la monitorización de la actividad política pudieran sumarse a esta listado en el que están ausentes organizaciones españolas.
El alcance de la declaración es muy amplio y posiblemente encuentre un amplio respaldo su llamada a extender la cultura de la transparencia, a hacer más transparente la información parlamentaria, a hacer más fácil y amigable el acceso a dicha información, a establecer o desarrollar los existentes mecanismos de comunicación de la información del parlamento.
Como estos principios son muy generales la declaración avanza una serie de puntos concretos y, hasta cierto punto, mensurables, sobre lo que significa en lo práctico, «promover una cultura de lo abierto». Los traduzco a continuación a la espera de la traducción oficial, añadiendo algún comentario personal.
1. Reconocer el derecho de propiedad del público sobre la información parlamentaria
Es decir, partir del principio de que la información que genera el parlamento no pertenece a la administración parlamentaria, sino que sólo la administra para facilitar la reutilización de la misma por los ciudadanos interesados.
2. Promover una cultura de la apertura a partir de la legislación
La idea es que el parlamento, como depositario de la soberanía y de la potestad legislativa promueva los cambios legislativos necesarios para garantizar la transparencia.
3. Proteger la cultura de la apertura a través del control parlamentario («oversight»)
4. Promover la educación para la ciudadanía
Esta propuesta no parece muy aplicable al caso del parlamento español que no creo que tenga capacidad ni probablemente medios para promover una campaña educativa amplia sobre su propio funcionamiento, su trabajo y sus normas y procedimientos.
5. Participación de los ciudadanos y la sociedad civil
6. Protección de una sociedad civil independiente
7. Habilitar una monitorización efectiva del trabajo parlamentario
Este punto habla de un punto que puede generar controversia por la falta de unos precedentes en este sentido en el caso español. Se trata de poner en marcha un procedimiento que suscite el consenso de la organizaciones sociales para hacer más accesible la información parlametnaria
8. Compartir buenas prácticas
Al menos el parlamento español sí que participa en diversas redes de trabajo parlamentario como el ECPRD que son excelentes foros para el intercambio de buenas prácticas. Cabe recordar la última reunión del Seminario «Parliaments on the Net» que tuvo lugar en la primavera pasada en el Senado, donde se compartieron muchas experiencias sobre transparencia y open data en el ámbito parlamentario.
9. Garantizar los recursos legales para hacer efectivo el derecho de acceso
10. Difusión completa de la información.
En este punto es donde las páginas web se vuelven más importantes como canal o ventana para difundir la totalidad de la acción parlamentaria con las mínimas excepciones que sean necesarias.
11. Proporcionar información oportuna y, a ser posible, en tiempo real
Este es uno de los retos fundamentales de las páginas web parlamentarias para conjugar, por un lado, el requisito de la inmediatez y, por otro, cumplir con los preceptos del reglamento relativos al trámite parlamentario, a la calificación de las iniciativas por los órganos competentes y el acceso a los documentos parlamentarios en el registro. Es constante la solicitud de acceso por parte de la ciudadanía a documentos que ya están registrados pero que no están calificados y, por tanto, no son documentos «publicables» en medios oficiales, al menos, con la los criterios que manejamos en la actualidad.
12. Garantizar la información precisa
En este sentido en el parlamento español se ha avanzado mucho mediante la utilización de firma electrónica avanzada y sello de administración pública para documentos tales como la edición oficial o el registro de bienes y actividades de los parlamentarios.
13. Adoptar políticas de transparencia parlamentaria.
En la declaración se insta a los parlamentos a adoptar políticas proactivas de difusión de la información y a utilizar formatos reutilizables para la misma. En el caso del Congreso la línea de trabajo adoptada para la difusión de la información sobre las votaciones (en formatos gráficos y XML) parece la adecuada y correcta para seguir en la dirección de esta recomendación.
14. Proporcionar información sobre las funciones del parlamento.
Es algo básico que en la web parlamentaria se proporcione información sobre la constitución, el reglamento, sus funciones y procedimientos. En el caso del Congreso, en mi opinión, nos falta profundizar en materiales o infografías sobre los procedimientos parlamentarios legislativos o de control. Es de justicia citar aquí el trabajo de iniciativas como el mencionado blog @que_hacen que elabora tutoriales sobre diversas funciones del parlamento por ejemplo, sobre las preguntas.
15. Proporcionar información sobre los miembros del parlamentos
En la web del Congreso se proporciona información sobre todos los puntos incluidos en la recomendación: partido político, mandado, cargos e información de contacto cuando el parlamentario lo autoriza. Hay un punto novedoso incluido en la declaración que no se cumple y es el relativo a que se proporcione identificación del personal asistente de los diputados o de los grupos. En la web del Congreso se dan cifran globales del número de asistentes o asesores pero no se incluye un directorio de los mismos.
16. Proporcionar información sobre la administración parlamentaria
En la web parlamentaria se debe proporcionar información sobre la estructura administrativa y la forma de contacto. En la web del Congreso se da información sobre las normas en materia de personal, la plantilla administrativa del congreso y su organigrama-
17. Información sobre la agenda parlamentaria.
18. Información sobre la legislación en preparación.
Un punto discutido es cómo se puede conseguir de una forma eficaz la participación de la ciudadanía en la proceso de discusión de proyectos y proposiciones de ley. En cualquier caso, lo que es claro es que en la web hay que dar importancia al proceso de debate y aprobación.
19. Publicación de los debates de Comisiones
20. Publicación de las votaciones
21. Publicación de los debates del Pleno
22. Publicación de los informes elaborados por iniciativa del Parlamento
En este caso aplica en el caso español a los informes elaborados por la ponencias o subcomisiones de estudio o las Comisiones de Estudio o de Investigación.
23. Proporcionar información sobre el presupuesto.
Este es un punto de máxima actualidad. Puede aplicar tanto a la publicación por parte del Parlamento del Presupuesto General del Estado durante su tramitación en un formato que posibilite su reutilización y también puede aplicar a la publicación por el parlamento de su propio presupuesto más detallado, extremo éste que todavía no se realiza.
24. Información sobre el régimen económico de los diputados para asegurar su integridad
otro de los puntos de máxima actualidad en el debate español. Congreso y Senado van plena transparencia al régimen económico de sus diputados, incluyendo sus declaraciones de bienes y actividades. Este documentación está siendo usada por medios y periodistas para elaborar información estructurada, como por ejemplo, en el blog del periodista Antonio Maestre
25. Difusión de información sobre conducta poco ética y los posibles conflictos de interés
26. Proporcionar acceso a la información histórica.
Aquí hay que citar el gran trabajo de digitalización que está realizando el Archivo del Congreso y la Biblioteca para la preservación del patrimonio digital parlamentario.
27. Proporcionar múltiples canales para acceder a la información
28. Asegurar el acceso a las sesiones plenarias
29. Garantizar el acceso a los medios de comunicación
30. Proporcionar una emisión en directo (streaming) y bajo demanda de las sesiones
31. Facilitar el acceso sin restricciones o barreras físicas
32. Usar un lenguaje comprensible para la difusión de la información
33. Uso de las lenguas oficiales
34. Garantizar el acceso gratuito a la información
En el caso del Congreso en su aviso legal ya se dice que la información disponible en el sitio web www.congreso.es es susceptible de reutilización y es puesta a disposición del público sin sujeción a condiciones. La reutilización de los contenidos debe cumplir los siguientes criterios:
a) Que el contenido de la información no sea alterado.
b) Que no se desnaturalice el sentido de la información.
c) Que se cite la fuente.
d) Que se mencione la fecha de la última actualización.
e) Que siga un principio de acceso publico y de no exclusividad
35. Proporcionar información en formatos abiertos.
36. Asegurar tecnología accesible
37. Proteger la privacidad de la ciudadanía
38. Usar formatos no propietario y de software libre en la medida de lo posible.
39. Permitir la descarga de la información para su reutilización.
40. Asegurar la actualización de los sitios web parlamentarias.
41. Implementación de buscadores para la información contenida en la página.
42. Adecuada política de enlaces
43. Puesta en marcha de servicios de alerta
44. Facilitar la comunicación bidireccional con la ciudadanía.
Ya se ha hecho muy largo este post pero creo que merecía la pena dar la máxima difusión a esta declaración que va sentando las bases para discutir sobre qué entendemos y qué queremos para un parlamento abierto.
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