"Un largo adiós": Página personal de Miguel Ángel Gonzalo

Publicaciones sobre transparencia, parlamento abierto, rendición de cuentas, literatura, teatro y otras pasiones

Mes: febrero 2013

edemocracia Brasil

Participación y parlamento

Es tiempo de examinar los proyectos acometidos hasta ahora por parlamentos para involucrar a la sociedad en los procedimientos parlamentarios. Examinamos las iniciativas de los parlamentos vasco, gallego y cántabro y con la iniciativa institucional “e-democracia” del Parlamento de Brasil como referente.

 

“Es la hora de la sociedad”, escribía José Ignacio Torreblanca para referirse a que, dentro del desastre en términos de confianza que atraviesa la sociedad española, se está produciendo un elemento positivo en lo relativo a la aparición de formas emergentes de movilización de la sociedad a través de plataformas organizadas, de iniciativas de ciberactivismo, de colectivos que reflexionan sobre el bien común.

Como comenta Gonzalo Cavero, “la sociedad está avanzando mucho más rápido que las instituciones o que los gobiernos; como resultado, los representantes democráticos están mucho más presionados y exigidos para redefinir su relación con la ciudadanía”.

En esta tarea de redefinición sería un error estratégico intentar la regeneración democrática con los únicos esfuerzos de los mismos actores que son identificados por la sociedad como parte del problema. Sin embargo, para una mejor democracia, es condición imprescindible la participación de los partidos políticos en las instituciones. ¿Cómo combinar la necesaria regeneración con el concurso de los viejos actores?

“Un trámite de audiencia”

Benigno Pendás, como director del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, ha recibido el importante encargo de elaborar un plan de regeneración democrática, uno de cuyos puntos es el incremento de la participación democrática en las tareas parlamentarias.

“Que las asociaciones y colectivos sociales puedan dar su opinión durante la tramitación parlamentaria de los principales proyectos de ley. Según ha precisado, se trataría de que en el Congreso y en el Senado se estableciera “un trámite de audiencia para que los sectores sociales interesados transmitieran a los parlamentarios cuáles son sus problemas e inquietudes”.

En este punto resulta de interés revisar experiencias prácticas abordadas de manera oficial por la institución parlamentaria para abrir el Parlamento a la participación de los ciudadanos. En este mismo medio, en el blog ‘Qué hacen los Diputados’ se comentan, por su parte, las iniciativas que parten de la sociedad civil y que también fomentan esta participación.

Proyecto de participación democrática del Parlamento Vasco

Dentro del Estado español, un ejemplo complejo fue llevado a cabo en la pasada legislatura por el Parlamento vasco y se llamó ADI (Aporta, Debate, Influye). Consistía en un sitio web muy completo donde se sometían al debate y aportación una selección de proyectos de ley en tramitación.

Durante la pasada legislatura en la que estuvo activo se sometieron a debate cuatro proyectos de ley: Proyecto de Ley Municipal (41 aportaciones), Proyecto de Ley de Juventud (45 aportaciones), Proyecto de Ley de lucha contra el dopaje en el deporte (54 aportaciones) y Proyecto de Ley de cambio climático (118 aportaciones).

El sistema de debate está muy bien estructurado con apartados para acceder a los comentarios más recientes, por orden cronológico o las más votadas. Esta última opción resulta muy interesante porque podía recoger votos negativos y positivos. Finalizado el tiempo en el que el foro estaba abierto, se enviaba un informe a los grupos parlamentarios que podían hacer suyas las propuestas recogidas.

Ejemplos de participación y parlamento

Participación ciudadana en la web del parlamento gallego

El Parlamento de Galicia mantiene abierto un espacio de “participación ciudadana” , quizás no demasiado conocido, en el que se puede opinar sobre los proyectos y las proposiciones de ley que se encuentran en tramitación, así como sobre otros temas de interés.

A diferencia del ejemplo vasco, aquí se incluyen todas las iniciativas legislativas en tramitación, aunque, como se puede ver en la imagen adjunta, las últimas subidas a la web no habían recibido ninguna aportación ni comentario.

Texto (Fuente: Texto)

El Parlamento de Cantabria abrió el 24 de enero de este año un espacio de participación denominado “Parlamento abierto” que también somete a debate un proyecto de ley seleccionado por la Cámara a las aportaciones de los usuarios registrados.

Las contribuciones pueden ser de todo tipo, simples comentarios, sugerencias o enmiendas articuladas. Hasta el momento, el proyecto de ley seleccionado relativo a la “técnica de la fractura hidráulica  había recibido 9 propuestas procedentes de 8 participantes.  Las aportaciones pueden recibir los votos de los ciudadanos para expresar su aceptación de las mismas.

Es este uno de los puntos clave para valorar todas las iniciativas de participación, el número de aportes. Siendo todas iniciativas muy valorables y que responden a uno de los principios del oGov, el de la participación, no parece que los resultados sean cuantitativamente muy significativos aunque cualitativamente, sin duda, suponen una apuesta de la institución por abrirse. Hay que reflexionar sobre las razones por las que el enorme descontento ciudadano y la queja no se transforma en una participación masiva en estos cauces.

Brasil, delante del resto

En el ámbito internacional, la iniciativa institucional de participación que se suele considerar de referencia es la abordada por el Parlamento de Brasil con el nombre de “E-democracia“. El nombre no es muy afortunado porque en nuestro contexto se suele referir más al parlamento electrónico, pero en realidad en una compleja plataforma colaborativa.

La participación se organiza en dos fases: en primer lugar, el debate de ideas y, en segundo lugar, la armonización de las ideas. Respecto al primero se puede participar a través de foros (como en las que se han comentado en el caso español) pero también de chats, y de una muy interesante “biblioteca virtual” que contiene legislación aplicable, antecedentes, artículos doctrinales, vídeos, notas de reuniones, etc. En la parte de armonización de ideas se utilizan foros específicos y biblioteca virtual.

El sitio web también contiene enlaces con los miembros del parlamento para entablar un dialogo directo y direcciones de otros foros de debate.  Cabe concluir, que una de las características principales de esta iniciativa es el cuidado de la comunidad; sin una comunidad (no participantes aislados) es difícil construir y trasladas ideas a la “inteligencia colectiva”.

Texto (Fuente: Texto)

Aunque no sea una iniciativa institucional, precisamente por poner el foco en la comunidad, cabe citar el proyecto “Keep the web open” que, de forma muy significativa, abre su web con una cita del presidente de los Estados Unidos James Madison:

“The advancement and diffusion of knowledge is the only guardian of true liberty”.

Esta iniciativa ha desarrollado una herramienta, denominada “Madison” que permite crear comunidades de debate a partir de un texto legislativo en tramitación en el Congreso americano.

En otras entregas se analizarán más iniciativas con el objeto de transmitir estas buenas prácticas que puedan servir al debate sobre cómo mejorar la participación pública en el parlamento. Por el momento, se pueden recoger algunas de las premisas para que una iniciativa de participación democrática tenga éxito:

1. Contextualización

Es cierto, que todas estas iniciativas entroncan con una de las recomendaciones de la Declaración sobre el Parlamento Abierto, promovida por más de 70 organizaciones de la sociedad civil dedicadas al escrutinio de la actividad parlamentaria, en concreto, en el punto 18 señalan:

“Reconociendo la necesidad de los ciudadanos de estar plenamente informados para realizar aportes a los temas examinados, el Parlamento debe proveer al público el análisis y la información para fomentar la amplia comprensión de los debates políticos”

Esta puede ser una de las claves para convertir un proyecto de participación ciudadana en exitoso, que se cuente, además del mero texto del proyecto, de unas claves, unos análisis y una documentación complementaria que hagan comprensible por la ciudadanía el objeto de debate político. Como ha señalado Cesar Calderón, un proyecto de apertura de datos sin contextualización y sin las claves políticas induce a mayor confusión y no contribuye a la transparencia.

2. Implicación

La participación necesita una implicación entre ciudadanía y representantes, como ha comentado en numerosas ocasiones Antoni Gutierrez Rubí,  para que los primeros se sientan reconocidos en la participación. Por tanto, un proyecto de participación ciudadana exige una cierta gestión y creación de comunidades en las que la participación ante y durante el debate de los parlamentarios es fundamental. Sería interesante verificar si las relativamente bajas tasas de participación en los foros comentados se hubieran visto incrementadas si los participantes hubieran tenido un ‘feedback’ rápido en sus comentarios por parte de los diputados.

Es una hipótesis que habría que verificar con un trabajo de campo pero es posible que una motivación fuerte de un ciudadano para entrar en un foro web o en cualesquiera otro proyecto de participación sea la posibilidad de interactuar en directo con sus representantes como lo puede hacer en Twitter, por ejemplo.

No resulta muy alentador un precedente lejano de un pionero foro de debate que se estableció en la web del Senado a finales de los años noventa al hilo de los debates de la Comisión de Redes Informáticas. La primera legislatura funcionó muy bien, también en lo técnico gracias a un excelente trabajo del personal de la Dirección de Informática del Senado y con mucho éxito; sin embargo, pasados los primeros años, la participación de los senadores decayó hasta casi desaparecer y el foro languideció o fue objeto de debates sobre problemáticas individuales de ciertas personas.

Para que las leyes sean reflejo de los intereses de la ciudadanía es necesario que reflejen, precisamente, las necesidades y aspiraciones de ésta. Si el parlamento responde a los ciudadanos, éstos se sentirán empoderados y, en consecuencia,  participarán más y mejor ya que sienten que su voz es escuchada. El aumento de la participación en los procesos parlamentarios se espera que conduzca, precisamente, a superar la brecha de desconfianza que existe actualmente entre representantes y representados.

Como señala Stephen Coleman en su fantástico ensayo ‘Conecting Parliament to the public via internet’: “Making Parliament and representatives more transparent has not resulted in greater public affection for them”. Hay que tener cuidado con el manejo de las expectativas generadas al respecto ya que es muy posible que en las primeras experiencias los ciudadanos no se sientan muy satisfechos (con razón o sin ella) sobre cómo son tratadas sus aportaciones por los parlamentarios.

Es tal la brecha abierta, que la desconfianza inicial primará entre los participantes y sólo se podrá vencer si hay sinceridad y convencimiento radical dentro de la institución sobre las bondades de poner en marcha estos mecanismos. En caso contrario, si es una pura operación cosmética o de marketing el resultado puede ser claramente contraproducente.

3. Lo ‘online’ hay que reforzarlo con lo ‘offline’

Se pueden establecer actividades presenciales tales como encuentros con parlamentarios donde fomentar el contacto cara a cara entre representantes y representados y que, precisamente, alienten y fomenten la participación ‘online’. El activismo online se refuerza con el esfuerzo offline (@antonigr).

4. Búsqueda y recopilación

Hay que cuidar los foros de participación dada una posible tendencia a la intervención caótica o de baja calidad. En el parlamentarismo actual ya existen medios de recabar las opiniones de ciudadanos cualificados sobre una materia. Existen las comisiones de estudio, las subcomisiones o las ponencias que pueden recabar la comparecencia de expertos. Por tanto, el propósito de estos ‘hearings online’ debiera ser igualmente, ser capaces de extraer la máxima calidad de las aportaciones, no ya de un selecto grupo de expertos propuestos por los grupos parlamentarios, sino de la calidad de ideas que exista en una comunidad más amplia. Como escribía Rafa Rubio, los parlamentos están llamados a abrirse a nuevas y creativas formas de participación.

En este sentido, una guía de uso de los foros de participación se hace necesaria para fijar directrices.

5. Cada tema, su herramienta

Es una obviedad que no sería lo mismo abrir un proceso de colaboración sobre una hipotética reforma constitucional que sobre un proyecto relativo a la limitación de velocidad en las carreteras. Por tanto, adecuar las herramientas y la información de contexto al tema de debate se vuelve esencial para no devaluar la participación.

6. Conexiones

Como una derivada de la creación de comunidades será interesante observar si los mecanismos de participación consiguen crear nuevas redes de contactos entre personas con conocimientos teóricos o reflexiones de interés con sectores que de forma práctica tienen experiencias constructivas al respecto.

7. Plan de comunicación

Deben ponerse esfuerzos y recursos por parte de la institución, incluyendo campañas de comunicación, para conseguir que la participación sea lo más amplia posible y que, además, sea lo más inclusiva posible.

Es posible que sea necesario, por tanto, realizar algún esfuerzo adicional de explicación o introducción al uso de estas herramientas para ciudadanos que puedan tener dificultades en el uso de las TIC.

8. Entidad independiente

Es importante en estos procesos que los resultados objetivos sean resumidos en términos comprensibles para que también la ciudadanía tenga la sensación de que sus aportaciones son valiosas al verse trabajadas. Esta labor de resumen es delicada y no puede estar sujeta a una sospecha de manipulación por parte de un grupo parlamentario para que se piense que las conclusiones están redactadas para apoyar a determinado grupo, ya sea de los que apoyan al Gobierno de turno o a la oposición. Se puede pensar en la intervención de los servicios de la Cámara o en la colaboración de alguna entidad social o persona independiente que realice dicha tarea.

9. Trazabilidad

Es conveniente que se pueda establecer una cierta trazabilidad de las las aportaciones de los debate que hayan sido asumidas por los grupos parlamentarios. Una medida que reforzaría la confianza de la ciudadanía en el proceso sería que los grupos se comprometieran a informar públicamente de que han aceptado una recomendación y sugerencia y lo expongan así a lo largo del debate parlamentario en si mismo.

10. Evaluación y conclusión

Todo lo que no se evalúa se devalúa y, por tanto, las instituciones no deben limitarse a abrir los foros de debate sino que, regularmente, deberán evaluar los resultados de los mismos en torno a parámetros tales como: frecuencia de la participación,  extensión de los mensajes, ampliación del número de usuarios participantes, aportaciones en los mensajes de otros documentos añadidos, links de interés, etc.

Uno de los factores de empobrecimiento seguro de la participación es que existan unos pocos usuarios que participen mucho y que copen el debate.  Sin embargo, en las experiencias españolas no parece hacer sido este el problema.

En conclusión, poner en marcha procesos de participación democrática en los procedimientos parlamentario no va a ser, sin duda, la panacea universal para resolver los graves problemas de confianza entre representantes y representados pero, sin duda, puede representar una oportunidad cierta de mejora si se toman con sinceridad y, además, se acompañan con medidas de comunicación adecuadas en la línea de lo que se puede llamar “transparencia radical”.

Mejorando la vigilancia política

Artículo publicado originalmente en «Sesión de Control» el 26 de febrero de 2013
Desde Opening Parliament se trabaja por la apertura de los parlamentos como arma contra la desafección. Andrew Maldenbaum enumera buenas prácticas de organizaciones sociales que trabajan en vigilancia política para favorecer una mejor participación.
Nube de palabras del debate sobre el estado de la nación
Nube de palabras del debate sobre el estado de la nación

Desde el pasado 15 de febrero hasta el lunes 25 se han registrado más de 175.000 tuits con el hastag#DEN2013. Otros expertos como David Álvarez oCesar Calderón se han ocupado de los análisis cualitativos o cuantitativos de esos datos. Baste decir que es evidente el interés en las redes sociales por una conversación acerca de lo dicho en el Debate.
La ciudadanía reclama que los políticos se ocupen de los problemas reales (paro, corrupción, etc). Esos temas se tocaron en el debate como se puede ver en la nube de tags pero en el barómetro del CIS sobre el debate sólo el 9.5 % piensa que predominaron “las propuestas para solucionar los problemas del país”. Estas aparentes contradicciones hacen que la representación política deviene en movediza y elusiva.
Es por ello que esa perdida de confianza en las instituciones está impulsando plataformas de innovación y fomento de la participación. A su vez, desde la teoría política y la teoría de movimiento sociales, se señala el rol fundamental que la participación y la deliberación en el espacio público juegan, frente a los modelos tradicionales de delegación y voto mayoritario. De este modo es necesario enfrentarse a los nuevos espacios públicos como complemento, y no como sustitución, de los existentes.
Como señala Antoni Gutierrez Rubí en su libro “Política vigilada”:
“En una sociedad decepcionada, crítica y muy informada, la política democrática está cada vez más vigilada por los ciudadanos. Se está produciendo un cambio radical en la comprensión y aceptación de una determinada praxis en la gestión política e institucional”
Una de esas organizaciones es “Opening Parliament” que se define como “foro destinado a ayudar a conectar a las organizaciones cívicas del mundo que participan en la vigilancia, el apoyo y la apertura de los parlamentos de sus países y las instituciones legislativas”
Las organizaciones participantes están trabajando para crear unos parlamentos fuertes, abiertos y responsables, a través de mejorar la participación ciudadana en el proceso legislativo y acercar los parlamentos a la ciudadanía a la que representan. Así, proporciona un foro para la colaboración internacional en los esfuerzos para mejorar el acceso a la información parlamentaria y compartir experiencias y buenas prácticas entre las organizaciones dedicadas a la monitorización de la actividad parlamentaria.

También sirve como carta de presentación de la declaración sobre transparencia parlamentaria, un conjunto de principios compartidos en la apertura, transparencia y accesibilidad de los parlamentos desarrollado por las asociaciones participantes.
Entre las organizaciones que soportan la organización están la Sunligh Foundation, el National Democratic Institute, Red Latinoamericana por la Transparencia Legislativa, la Open Society Foundations, la Omidyar Network o la National Endowment for Democracy
Opening parliament mantiene un blog vivo en su página web y, desde Sesión de Control, cedemos este espacio a uno de las personas que mantienen el mismo, Andrew Maldelbaum, publicando una traducción al español de dos de sus últimos post, ‘Facilitating constructive citizen-MP online engagement: The demand side’ y ‘Facilitating constructive citizen-MP online engagement: The supply side’
‘Facilitando un compromiso online constructivo entre ciudadanía y parlamentarios’

(Publicado originalmente el 11 de febrero de 2013 en el blog “Opening Parliament, por Andrew Maldenbaum)
¿Cómo estimular el compromiso constructivo entre la ciudadanía y los miembros del parlamento? Esta fue la pregunta principal, entre otras, que un grupo de organizaciones dedicadas a la monitorización de la actividad parlamentaria debatió en un encuentro gracias al Personal Democray Forum y al Instituto para el Estado de Derecho
En este post, nos centraremos en las buenas prácticas identificadas para conseguir que los ciudadanos puedan participar en el trabajo parlamentario en línea. En un par de días se pudieron presentar prácticas efectivas para promover la participación con los parlamentarios. Los ponentes fueron: Jerry Weyer de Politikercheck.lu (Luxemburgo), que representa al ParliamentWatch y Iveta Kazoka de Providus.lv (Letonia), que se centró en su plataforma de comunicación electrónica (pero también ha trabajado en una plataforma de crowdsourcing de ideas y un sitio web de e-petición popular en Letonía), Alina Ostling de la European University Institute, que autora del trabajo Parliamentary Informatics Projects – Who Are Their Users and What Is Their Impact?
Los siete puntos discutidos- junto con un buen número de ideas prácticas y herramientas fueron los siguientes:
1. Llegar en el momento preciso importa
Es más posible que los ciudadanos se involucren en un diálogo con los candidatos antes de emitir su voto. Poner en marcha herramientas de asesoramiento a disposición de los votantes durante la campaña electoral puede ayudar al compromiso y, además, puede hacer fluir temas clave hacia la página web del candidato.
2. Conveniencia es clave
El valor añadido de las páginas web puestas en marcha por organizaciones de monitorización del trabajo parlamentario suele ser que hacen más fácil la participación, ya sea porque mejorar el acceso a la información o a los análisis como que facilitan el acceso a los propios parlamentarios.
Las páginas web de comunicación directa con el parlamentario reducen las barreras de la participación porque permiten a los ciudadanos enviar una pregunta a sus representantes simplemente haciendo clic en el botón de “enviar. El Proyecto Providus ha intentando hacer aún más fácil el contacto con los ciudadanos mediante el desarrollo de un widget que permite formular preguntas a su diputados y que automáticamente son enviadas al mismo y publicadas en el espacio de comunicación con el parlamentario.
3. “Gamification”
A todo el mundo le gusta jugar. Dar puntos a los ciudadanos por participar y reconocer a los usuarios más activos en la página web puede estimular la competencia y proporcionar razones como la propia diversión más allá de la preocupación política o la frustración por participar. Por ejemplo, Providus da “diplomas” a los ciudadanos que mejoran el compromiso político.
4. Comprender porqué los ciudadanos se enganchan
Es importante para que los usuarios repitan en las páginas web de las organizaciones de activismo social que se satisfagan las expectativas de los usuarios. Algunas de las razones por las cuales los usuarios usan estas páginas web son: porque reciben respuestas de los diputados, porque piensan que la información facilitada por las organizaciones es fiable y neutral y porque esperan encontrar un apoyo para reafirmarse en sus prioridades y creencias. Como señaló Paul Lenz, de mySociety, la partipación ciudadana sólo vale si con ella se consiguen algo a cambio.
5. Uso de redes sociales
El uso de las redes sociales puede ayudar a aumentar el tráfico de los sitios web. De los 100.000 visitanes del sitio web del CRTA (Serbia) incluyendo su popular “medidor de la verdad” y su recientemente lanzado sitio web sobre el Parlamento Abierto, entre el 15 y el 20% de su tráfico viene derivado desde las redes sociales, incluyendo Facebook, Twitter y Youtube.
6. Poniendo el foco en los usuarios potenciales
Uno de los resultaos más interesnates de la investigación de Annete Ostling sobre las webs de TheyWorkForYou, NosDeputes y OpenParlamento es que la mayoría de los usuarios son hombres. No está del todo claro porqué las mujeres no participan en estos sitios web de la misma manera pero está claro que un enfoque de género es una gran oportunidad para aumentar el alcande de los sitios web de monitorización de la actividad parlamentaria, al menos en estos países. El desarrollo de alianzas y colaboraciones con las organizaciones de igualdad de oportunidades puede ser una buena manera de mejorar la difusión de los sitios web.
7. Fomentar alianzas
Una habilidad de las organizaciones para potenciar sus sitios web está en buscar alianzas con otros grupos de interés. Por ejemplo, Marsad, un sitio web de la organización ParliamentWatch en Túnez, ha establecido alianzas con multitud de periodistas, a través deSpiegel Online, de forma que los datos procesados por las organizaciones están directamente disponibles para los usuarios de los medios de comunicación así como para los especialistas en derecho y abogados que han ayudado con sus contribuciones a poner en marcha el sitio web contra la corrupción. Los socios pueden ser otras organizaciones de la sociedad civil, medios de comunicación o incluso los propios parlamentarios. Cueste lo que cueste, conseguir “socios” puede ser una apuesta estratégica.
“Facilitando un compromiso online constructivo entre ciudadanía y parlamentarios: el lado de la oferta”

(Publicado originalmente el 15 de febrero de 2013 en el blog “Opening Parliament, por Andrew Maldenbaum)
Al hablar de participación entre ciudadanía y miembros del parlamento hay que decir que “se necesitan dos para bailar un tango. En mi último post, relaté las buenas prácticas aprendidas de nuestros colegas de Politikercheck.lu y de Providus.lv sobre enfoques adecuados desarrollados por organizaciones dedicadas a la monitorización del trabajo parlamentario en lo relativo a la posibilidad de producir encuentros y compromisos online con los ciudadanos. La siguiente pregunta que se discutió en #PDFPoland fue: ¿Qué enfoques están usando las organizaciones de vigilancia para asegurar que los parlamentarios responden de forma adecuada?.
Antes de seguir avanzando, hay que señalar que varios de los métodos descritos a continuación son bastante similares a los expuestos más arriba ya que muchos de ellos apelan a las mismas técnicas de motivación incluyendo fomentar la competencia, el deseo de ser reconocido y el diálogo constructivo para ganar apoyos. Apelar a estos motivos puede ayudar a las organizaciones sociales a atraer y mantener la participación de los parlamentarios en sus sitios web. Algunos enfoques acertados que están utilizando las organizaciones de monitorización parlamentaria (OMP) son:
1. Estimular la competencia
Los parlamentarios a menudo quieren parecer abierto y comunicativos. Así, dar premios o recompensas a los diputados más participativos puede ayudar a estimular la competencia. Providus, a través de la web GudrasGalvas, en Letonia, da unas “premios de actividad” a los diputados con los mayores registros de partipación en la página principal de la web. Los usuarios del sitio web pueden votar a su “parlamentario de la semana) que aparece en la web junto con una entrevista en vídeo. Politikercheck lleva a cabo una revisión anual del compromiso de los parlamentarios, elogiando a los que participan más. Recompensar las buenas prácticas puede ayudar al compromiso positivo mejor que castigar a los que no participan.
[En España la web del Proyecto Avizor sigue esta misma filosofía de destacar a los parlamentarios más comprometidos con la lucha contra la pobreza en lugar de ahondar en crítica. El miércoles 27 de febrero se entrega en el Circulo de Bellas Artes el premio al diputado más destacado en este aspecto. ]
2. Presión
Una forma usar de hacer que los parlamentarios se sientan presionados para responder a las preguntas de los ciudadanos es asegurarse de que entienden lo importantes que es responder a este tipo de cuestiones. Una votación o una asignación de un “+1” puesta a disposición de los usuarios de la puede para indicar el apoyo a una pregunta puede ser indicativo para los diputados de que sobre esa pregunta no está únicamente el que la formula sino que está respaldada por 300 o 3000 ciudadanos más. Esta presión sólo es útil si los parlamentarios saben que existe. Si los diputado no usan el correo electrónico o el fax se pueden utilizar otras formas de contacto informal para ayudar a asegurar que los parlamentarios saben que los ciudadanos están formulando requerimientos informativos.
3. Proporcionar funcionalidades especiales para los diputados
Aparte de la posibilidad de ponerse en contacto con los ciudadanos, los sitios web de las OMP pueden contemplar otras ventajas para los parlamentarios que ayuden a mantener su interés. Estas funcionalidades pueden ser un “clipping” de medios, publicación de los calendarios de actividades de los diputados y encuestas son algunas de las herramientas que pueden fomentar su participación.
4. Reducir el ruido para favorecer la participación constructiva
Muchos diputados y diputadas recurren a las redes sociales para cumplir sus objetivos de comunicación, al menos durante las elecciones. Una clara ventaja de las herramientas de comunicación que las web de la OMP es que ofrecen un ambiente más estructurado que prioriza la participación constructiva. Los miembros de ParliamentWatch moderan las preguntas formuladas por los ciudadanos de acuerdo con un estricto código de conducta. Los parlamentarios aprecian el poder participar sin tener que recibir insultos o descalificaciones o ser utilizado por sus rivales políticos con fines electoralistas. Los sitios web de las organizaciones deben ser vistos como justos e independientes como resultado de una moderación independiente.
5. Fomentar la confianza
Los diputados y diputadas son más capaces de participar en una plataforma que es vista como independiente y confiable. Contar con códigos de conducta puede ser útil para establecer expectativas razonables hacia las herramientas de comunicación de las organizaciones de “política vigilada”. Por ejemplo, para ayudar a demostrar su imparcialidad, ParliamentWatch redirecciona todas las comunicaciones dirigidas a un parlamentario individual, incluidas aquellas que los moderados han decidido no publicar. Ser transparentes con los parlamentarios ayuda a forjar relaciones más sólidas.
6. Aprovechar las elecciones
Las elecciones son un buen momento para conseguir que los diputados respondan a las preguntas de los ciudadanos. Las elecciones pueden ser un buen punto de partida para que muchos ciudadanos se enganchen con el proceso político, por tanto, puede ser un buen momento para iniciar el tango.

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