Ya hace tiempo que quería comentar los libros de este autor que vengo siguiendo hace tiempo, siempre con fascinación. Este fin de semana he podido acabar «La luz es más antigua que el amor». Una gran ventaja de sus obras para los que no tenemos (salvo en vacaciones) mucho tiempo para la lectura es la brevedad de sus obras. Una virtud que no abunda. Todos sus anteriores libros.que he leído: La Ofensa, Derrumbe, El corrector son también muy breves. Lo que más me atrae de Menéndez Salmón (Gijón, 1971) es su pasión por eso que se llamaba antes el estilo literario. Recuerdo cuando uno era más joven en la Facultad, las clases del gran Lázaro Carreter sobre teoría literaria y crítica literaria. Allí aprendimos algo sobre la «poética» y la búsqueda de la identidad literaria a través del estilo. Este autor sin duda lo tiene y muy depurado. Realmente hace tiempo no disfrutaba con un escritor que escribiera de forma tan cuidada. A destacar la selección de sustantivos, el acierto con los tiempos verbales y la maestría casi de ingeniero en la construcción sintáctica. En sus anteriores obras había tratado temas ligados con la desolación y el terror. En La ofensa, el mundo nazi de la Segunda Guerra Mundial, en «El corrector», los atentados del 11-M.

El correctorEn esta última, no hay hilo único sino varios hilos (uno auténtico y otros recreados) que se entremezclan. En mi opinión, la trama no es lo fundamental para este autor sino un fondo (como en las pinturas del renacimiento) en el que la composición principal coge fuerza sobre su reflejo. En esta obra hay una reflexión, a veces próxima al ensayo, sobre la pintura y la música, lo cual da pie al escritor a extenderse en largos párrafos reflexivos. Me ha gustado que una de las tramas fuera sobre Mark Rothko cuya pintura me ha acompañado desde hace tiempo.

En resumen una lectura muy recomendable y muy original en el panorama literario español.